La paradoja eterna
Claudio Bacilo, el bombero del barrio, busca un sitio donde pasar la noche, pues su casa se ha incendiado como consecuencia de la acción de un rayo, quedando así hecha trizas.
Al cuidacoches de la esquina de la Av. Scalabrini Ortiz y Guardia Vieja le han robado su auto mientras trabajaba, razón por lo que hoy tendrá que regresar en colectivo a su hogar.
Un locutor de radio se queja ante su audiencia porque durante la cena familiar de cada noche, ni su mujer, ni sus hijos le prestan atención cuando habla.
Ya no habrá consuelo para el juez Domingo Maggiolo, quien fuera sentenciado por un delito que no cometió.
El teléfono del Registro de Adopciones no para de sonar. Nadie quiere atender a la Dra. Carrasco, la obstetra que no puede quedar embarazada.
Sucede que hoy en día, las serviles contradicciones remontan vuelo y cobran más vida que ayer. La paradoja eterna ha golpeado la puerta y se ha instalado para herir, y servir, a nuestros corazones.
Al cuidacoches de la esquina de la Av. Scalabrini Ortiz y Guardia Vieja le han robado su auto mientras trabajaba, razón por lo que hoy tendrá que regresar en colectivo a su hogar.
Un locutor de radio se queja ante su audiencia porque durante la cena familiar de cada noche, ni su mujer, ni sus hijos le prestan atención cuando habla.
Ya no habrá consuelo para el juez Domingo Maggiolo, quien fuera sentenciado por un delito que no cometió.
El teléfono del Registro de Adopciones no para de sonar. Nadie quiere atender a la Dra. Carrasco, la obstetra que no puede quedar embarazada.
Sucede que hoy en día, las serviles contradicciones remontan vuelo y cobran más vida que ayer. La paradoja eterna ha golpeado la puerta y se ha instalado para herir, y servir, a nuestros corazones.