Back-up de textos de Germán Navas

Espacio que utilizo para mantener a salvo todo lo que escribo: cuentos, notas periodísticas, poesías, letras de canciones, fórmulas, historietas y recetas de cocina. Seguramente sea mi espacio más íntimo en la Web, por eso te pido discreción.

viernes, noviembre 17, 2006

Dichos populares: "No le pidas peras al olmo"

La historia del célebre dicho popular: “No le pidas peras al olmo” nos remonta geográficamente a un pequeño pueblo catalán llamado Lospitalet. Allí, todavía se asegura que durante la década del ’20 supo habitar la aldea un poderoso terrateniente, quien a pesar de su fortuna, de sus nutridos latifundios, de su alto estatus social y de sus inocultables aspiraciones políticas, promovió entre el poblado cierta idea de solidaridad, cooperación y caridad, repartiendo trabajo y alimentos entre los más necesitados del lugar. Poco a poco, las raudas voces de los vecinos fueron anoticiando a todo Lospitalet acerca de la enorme clemencia que irrigaba aquel caballero, y así fue como cada día más y más personas del pueblo se acercaban a su estancia formando interminables colas en pedido de asistencia económica. Resulta destacable mencionar que dicho lord, conocido con “Don Olmo”, jamás se rehusó a colaborar con lo que le era encomendado, ya sea lana, ganado, cultivos vegetales, dotaciones de caballos, leña; en fin, todo aquello siempre llegó a ser suministrado a sus peticionantes.
Al caer los desbastadores años ’30, gentíos de toda Cataluña –como así también de sus afueras- comenzó a llegar en enormes carruajes para ser asistidos por Don Olmo, quien seguía sosteniendo una conducta fraternalmente intachable. Sin embargo, viendo que todo lo que se le requería era consumado, no faltó quienes -movilizados por la codicia- se sirvieran de dicha situación intentando obtener provechos personales en forma enteramente abusiva. Aquel extraordinario suceso no tardaría mucho en llegar, en su plena magnitud, a oídos de los reyes de España, quienes instaron a sus servidores a ser conducidos velozmente hacia los feudos de aquel noble señor.
Apasionado y perspicaz lector: A esta altura del relato, imagino que Ud. se encontrará ansioso por tropezar con un expedito vínculo entre Don Olmo y las peras (que aún siquiera fueron mencionadas) y seguramente querrá comprender de inmediato el significado de la frase “No le pidas peras al Olmo”. Sabrá entender, mi amigo, que aún no he hallado un modo coherente de dar cierre a esta historia, tal como una eminencia como usted se merece. En lo que a mi persona respecta, no tengo más que pedirle mis sentidas disculpas, e invitarlo, si lo desea, a concluir la narración a su total antojo. Sin más, lo saludo atentamente.
G.I.N.

4 Comments:

  • At 10:24 a. m., Anonymous Anónimo said…

    "El olmo es el árbol que da las peras" dijo Nahuel.
    "La frase es: No hay que pedirle peras al olmo. Vos sos un olmo" según mi papá :)

     
  • At 5:50 p. m., Blogger German Navas said…

    Intersante forma de terminar el relato... voy a considerar registrarlo a mi nombre, por supuesto.

     
  • At 8:14 a. m., Anonymous Anónimo said…

    ?que es?

     
  • At 7:49 p. m., Anonymous Anónimo said…

    {que es el olmo }

     

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