Polémica por una raspadita
Villa Bosch, 20 de octubre de 2006. HDP-
Durante el transcurso del pasado día miércoles, un curioso hecho se suscitó en una agencia de lotería de la localidad de Villa Bosch. Una señora de 45 años de edad concurrió a un local de juego a fin de comprar una “Raspadita de la suerte”. Luego de adquirirla, procedió a raspar con sus propias uñas la zona gris del cartón, y quedó anonadada de lo que halló escrito: “Puto el que lee esto”. La mujer –completamente encolerizada- dudó por un instante y se comunicó telefónicamente con la empresa responsable de la Raspadita a fin de efectuar el correspondiente reclamo administrativo, siendo informada de que tal premio resulta tan imposible como inverosímil. También fue tratada de “chiflada” y “desequilibrada”. Luego de tamaña desaprobación, la ganadora recurrió al asesoramiento legal del Dr. Julio Raspa, quien aseguró a la prensa que se encuentra en vías a entablar acciones judiciales por daños y perjuicios, por la suma de 35 millones de pesos.
Por su parte, el gerente de la empresa demandada reconoció a este medio que no está dispuesto a negociar pues “se trata de un error material de impresión. Algún jocoso trabajador se quiso hacer el vivillo, nada más. Evidentemente, nadie en este país tiene sentido del humor”. Sin embargo, ninguno de los presentes pudimos prestar suficiente atención al relato, pues intentábamos dilucidar el contenido de la remera que el empresario llevaba puesta: “Agarrámela con la mano”.
Durante el transcurso del pasado día miércoles, un curioso hecho se suscitó en una agencia de lotería de la localidad de Villa Bosch. Una señora de 45 años de edad concurrió a un local de juego a fin de comprar una “Raspadita de la suerte”. Luego de adquirirla, procedió a raspar con sus propias uñas la zona gris del cartón, y quedó anonadada de lo que halló escrito: “Puto el que lee esto”. La mujer –completamente encolerizada- dudó por un instante y se comunicó telefónicamente con la empresa responsable de la Raspadita a fin de efectuar el correspondiente reclamo administrativo, siendo informada de que tal premio resulta tan imposible como inverosímil. También fue tratada de “chiflada” y “desequilibrada”. Luego de tamaña desaprobación, la ganadora recurrió al asesoramiento legal del Dr. Julio Raspa, quien aseguró a la prensa que se encuentra en vías a entablar acciones judiciales por daños y perjuicios, por la suma de 35 millones de pesos.
Por su parte, el gerente de la empresa demandada reconoció a este medio que no está dispuesto a negociar pues “se trata de un error material de impresión. Algún jocoso trabajador se quiso hacer el vivillo, nada más. Evidentemente, nadie en este país tiene sentido del humor”. Sin embargo, ninguno de los presentes pudimos prestar suficiente atención al relato, pues intentábamos dilucidar el contenido de la remera que el empresario llevaba puesta: “Agarrámela con la mano”.
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