Back-up de textos de Germán Navas

Espacio que utilizo para mantener a salvo todo lo que escribo: cuentos, notas periodísticas, poesías, letras de canciones, fórmulas, historietas y recetas de cocina. Seguramente sea mi espacio más íntimo en la Web, por eso te pido discreción.

lunes, octubre 09, 2006

Cuento: "Harry Potter"

Ayer me encontré con Harry Potter en el supermercado. Lo identifiqué inmediatamente, puesto que mientras todo el mundo recorría las góndolas a pie, él lo hacía volando su escoba de última generación. Al tiempo que con su mano diestra sostenía un canasto, con la zurda depositaba cuidadosamente los productos que él mismo iba escogiendo. Sin que el mago se percatara de mi presencia, comencé a seguirlo sigilosamente por cada uno de los pasillos del súper. Su organizada forma de recorrerlo respetó un orden tal que lo eximió de pasar dos veces por el mismo lugar. Compró jugo Ades sabor manzana, un paquete de pilas triple A, una lata de palmitos, pasta dentífrica, leche en polvo, un Mantecol de 200 gramos, una colonia Paco, un par de medias, un kilo de tomates, una palta, y alguna otra cosa más que ahora no me acuerdo.
            Al disponerse el joven a hacer la cola para pagar, yo me encontraba justo detrás suyo, sin perderle el rastro. Cuando menos me lo esperaba, se dio vuelta repentinamente y nos encontramos cara a cara. Hombre a mago. Me miró fijamente a los ojos y me dijo: “Buenas”, a lo que yo le contesté “Qué tal”. Se produjo un silencio que me paralizó. De inmediato se volvió y procedió a pagar su compra; lo hizo en efectivo y con cambio justo. Luego de ello, se subió a su escoba, la arrancó tras un par de intentos truncos, y se marchó volando velozmente, como un pájaro rezagado que busca su bandada perdida.
            Me pregunto si se habrá dado cuenta de que lo reconocí, y si habrá notado que registré sus movimientos por cada recoveco del local, con la cautela del felino.
            Ahora que lo pienso, le tendría que haber pedido un autógrafo. Qué idiota.